En la parte emocional es muy común la presencia de estados depresivos, pensamientos compulsivos en cuanto a los alimentos, dificultad en la concentración, temor a ganar peso, desinterés en las relaciones sexuales, autodestrucción, abuso de sustancias e intento de suicidio.
En las relaciones interpersonales y sociales hay un distanciamiento de los amigos, aislamiento social y deterioro en las relaciones familiares. Entre más avanzada esté la enfermedad, el paciente va a carecer de las necesidades básicas como comer y dormir.
La anorexia no es una enfermedad que le compete solo a quien la padece, es deber de todos; por ello conocerla y saber como se presenta es una buena estrategia para identificar a la persona. Después el siguiente paso es ayudarla y proporcionarle las herramientas necesarias para salir de de la enfermedad. Desde muy temprana edad hay que concientizar a los jóvenes que la belleza no lo es todo y que es mejor no ser amiga de quien en realidad es la enemiga.
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